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Canadá ha conseguido que tres de sus ciudades figuren entre las diez consideradas como las mejores para vivi5
Lindsey Galloway
BBC Travel
La subida ha sido especialmente evidente en el último índice de ciudades más habitables, realizado por Economist Intelligence Unit, que nombró a tres de las ciudades del país norteamericano entre las 10 primeras, una cifra no conseguida por ninguno de los otros países que figuran en el ranking.
Las urbes canadienses en la lista son Vancouver (en el quinto lugar), Calgary (empatada en el séptimo lugar con Ginebra) y Toronto (en el noveno lugar), cada una con puntajes perfectos en atención médica y educación. Esos factores atraen a los canadienses, quienes elogian las políticas gubernamentales positivas que mejoran la calidad de vida en esas localidades.
Ubicada en la pintoresca costa oeste del país, Vancouver se destacó como la ciudad más habitable de Canadá gracias a puntajes altísimos en el subíndice de cultura y medio ambiente, superada solo por Auckland (Nueva Zelanda) en el top 10. Ese es un sentimiento que comparten los residentes, quienes están impresionados por la belleza natural aquí
Situada cerca de las Montañas Rocosas en la provincia occidental de Alberta, Calgary superó a las otras dos ciudades canadienses con su perfecto resultado en estabilidad en el índice (una medida de malestar ciudadano y corrupción gubernamental).
Sus residentes describen a Calgary como un pueblo pequeño que ofrece las comodidades de una gran ciudad, y al mismo tiempo tiene un costo de vida más bajo que otras urbes del país.
Como ciudad más poblada de Canadá, Toronto combina el ambiente de una gran ciudad con más de 1.500 parques que mantienen a los residentes conectados con el aire libre.
Con una puntuación perfecta en la subclasificación de estabilidad, la urbe mantiene una sensación de seguridad que permite a las personas sentirse cómodas ya sea caminando, tomando el transporte público o en bicicleta.
En particular, la infraestructura centrada en el ser humano hace que la vida sea mucho más fácil que en grandes ciudades comparables. A los residentes les encanta especialmente el PATH, el paso peatonal subterráneo que hace que el invierno canadiense sea más llevadero.